domingo, 12 de julio de 2009

Desapariciones urbanas

JOSÉ CARLOS LLOP
Cuando algo en el interior de la ciudad se fragmenta o desaparece, la ciudad muta.
Ocurre, por ejemplo, con la desaparición de los personajes que definen sus perfiles y también con la de los comercios que fueron su memoria.
Recientemente ha habido dos casos.
El primero ha sido Cas Net, cerrada desde que las Navidades pasadas. Cas Net nació de una escisión del negocio familiar original, Can Frasquet. Hubo familias que permanecieron fieles a Can Frasquet y otras que optaron por Cas Net.
Los dulces eran prácticamente los mismos, pero algo –ya no importa qué– inclinó a unos palmesanos a no moverse de su proveedor habitual y a otros a cambiar y afianzarse en Cas Net. Heredamos un mapa genético y una cultura urbana, una forma de mirar y vivir la ciudad, y cuando paso por delante de lo que fue Cas Net, aún tengo la inclinación de parar, meterme en su escaparate-pasadizo y contemplar las bandejas que conocí de la mano de mi madre.
Luego cruzar, la vidriera y comprar una bolsa de Garrovetes del Papa, Estruquinis, o galletas de avellana y almendra. Y en los días de fiesta los Quartos embetumats y sólo en alguna gran ocasión el Coixí Imperial.
Pero ya es imposible.
La fiesta que suponía cualquiera de esas viandas nunca fue un goce solitario, sino algo a compartir con quien estuvieras, o bien al llegar a casa, como quien llega con un preciado bien de Oriente. Es lo que tienen las pastelerías mediterráneas más refinadas (y Cas Net lo era): la fusión de todas las riberas del mar, entre la delicada repostería conventual y los sutiles postres de un sultanato.
Con la desaparición de Cas Net no so­­lo hemos perdido uno de los hilos de Ariadna de esa memoria urbana que es un laberinto (a cada cual el suyo), sino a una de sus voces –su dueño– que explicaba la sociedad mallorquina con la precisión de un antropólogo algo estrambótico, los cultismos sarcásticos de un connaiseur de la naturaleza local, el capricho de un carácter difícil, y la implacabilidad de quien ha vivido todas las mesas y –mejor que nada– la tacañería o la generosidad de sus clientes, según la naturalidad o las pretensiones de cada familia. Y en la memoria última, una bandera: el papel de Cas Net. Blanco y cruzado por unas líneas paralelas negras y doradas con pequeños motivos lanceolados y redondos. Sospecho que ese papel que cubría los postres encargados –y las panades y robiols en Pascua, o el turrón en Navidad, cuando algún contratiempo había impedido que se hicieran en casa– va a ser a partir de ahora la magdalena proustiana de Cas Net.
Lo que, en una casa de dulces y exquisiteces –todos de impecable y deliciosa factura– tiene mucho mérito.

El segundo caso ha sido el cierre de un buen número de quioscos de prensa, que le dan a Palma, estos días, un aire de ciudad abandonada o sitiada.
Aquí no hay historia o tradición urbana, pero la hubo.
La mayoría de estos quioscos habían sido en el pasado –no ahora– una concesión municipal a una familia amiga.
Amigos míos, quiero decir.
Hace algunos años se produjo una caprichosa maniobra en el Ayuntamiento para no renovarles esa concesión y cederla a otro grupo empresarial.
Durante el primer gobierno socialista de la ciudad, estos quioscos fueron rediseñados al mismo tiempo que el logo municipal o el color de los autobuses.
El logo –la famosa pastanaga– y los autobuses –que parecían de La Martinica o de Trinidad-Tobago– cayeron, yo diría que con cierto sentido común. Ni el ciudadano se llegó a identificar nunca con aquel penacho de diseño barcelonés, ni los autobuses lograron otra cosa que cierta filiación caribeña.
Los quioscos con un reloj tintinesco en la cúspide –que sí tienen su gracia– continuaron. Hasta que en el segundo o tercer ayuntamiento popular, alguien que mandaba mucho decidió que algunos de ellos –y no pocos– debían cambiar de manos y así ocurrió.
Son las cosas no del querer –que también–, sino del poder.
Mis amigos continuaron con varios de sus quioscos –ése era el origen de su negocio y tradición familiar–, pero perdieron un buen número por aquel interés de raiz caciquil: ésos que desde hace semanas permanecen cerrados y otros –de horripilante estética Álvarez del Manzano– que se abrieron entonces y también se han cerrado ahora.
Cuando los veo al pasear por la ciudad, el espacio que ocupan está muerto –un quiosco inútil es un cadáver fosilizado– y me pregunto de qué sirvió tanta maniobra y presión políticas para acabar así, como contenedores vacíos arrojados a la vía pública.

http://www.diariodemallorca.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009071200_5_483537__Opinion-Desapariciones-urbanas

1 comentario:

juan jose passo dijo...

¡¡¡¡Lo logramos los vendedores y las distribuidoras trabajando mancomunados!!!

Pues así es...por fin nos sacamos la careta.

SUJETO: Asociación de Vendedores de Prensa y Publicaciones en la Provincia de Ourense, sita en la Plaza das Damas 1, 32005 Ourense- Te 988 391 110.(por si alguno quiere felicitarlos o copiar su ejemplo)

AUTOS a lo largo de los últimos 5 años la referida Asociación mencionada ut supra jamás realizó una reunión con los asociados, ni reclamó ante las distribuidoras por ningunos de los múltiples problemas que nos aquejan:
 horrores en los facturas
 retraso en el pago de las devoluciones
 atención deficiente
 cobro de portes
 discrecionalidad en el envío de publicaciones
 retraso de más de 6 meses en las reposiciones
y podríamos seguir enumerando

No contentos y ante los reclamos por la inacción, decidieron movilizarse.

En el mes de Abril, colaboraron con la distribuidora BOREAL (perteneciente al grupo ..) a convocar a los vendedores a la demostración del TPV.

Pues ahora, ya avanzamos un poco más.

7 de Julio, junto a la factura de Boreal, viene grapada una gacetilla de la mencionada ut supra en la que solicita a los vendedores la firma de una carta dirigida al Sr. Presidente del Gobierno referida a la cuestión del Tabaco.

En ella hace mención “ como preveíamos, esta medida ha supuesto un golpe importante a la rentabilidad de nuestros establecimientos, que agravados por la crisis actual puede suponer que muchos de nosotros nos veamos abocados al cierre”

O sea que la ley anti tabaco, nos lleva al cierre, el accionar monopolístico y mafioso de las distribuidoras no...

“para el reparto de ésta circular y su recogida posterior, contamos con la colaboración de BOREAL y sus repartidores”

O sea que además de arruinarnos, les tenemos que dar las gracias.

Porque será que las distribuidoras tienen interés en que vendamos tabaco?

Dicha asociación, junto con su presidente, deberían dar la cara a los vendedores y explicarles, personalmente, la situación y no comunicarse con los compañeros vía “distribuidora”

RESOLUCION Propongo la expulsión de dicha Asociación de la CONADIPE- AVECOMA y demás confederaciones a la que pertenezca, por TRANSFUGAS.

Y se propone a los compañeros vendedores de prensa de Ourense la creación de una nueva asociación “independiente”