sábado, 12 de noviembre de 2011

El viejo y su cuchara.

La sabiduría oriental nos puede enseñar un camino, el de la paciencia.

Sus resultados, aunque ya nos los han contado alguna vez, tendemos a olvidarlos y siguen siendo tan sorprendentes como poco practicados.


Cuenta la leyenda que uno de los habitantes más viejos de un pequeño pueblo construido a los pies de una gran montaña empezó un día a levantarse muy temprano y salir hacia la montaña con una cuchara en la mano.

Sus vecinos se preguntaban qué hacía el anciano todos los días saliendo del pueblo al amanecer con una cuchara.
Hasta que un día le preguntaron y éste respondió:

“Supongo que os habréis dado cuenta de que la montaña bloquea los cálidos rayos del sol durante la mayor parte del año, dejando en la sombra a nuestro maravilloso pueblo.
Un día pensé que si no estuviera ahí la montaña, disfrutaríamos todos del calor y la luz del sol todo el año, y seríamos más felices, así que decidí empezar a quitar la montaña de ahí”.

Sus vecinos no salían de su asombro.
¿Pero cómo podía pensar el anciano que iba a desplazar una montaña a base de cucharadas?
El viejo simplemente les respondió:

“Alguien tiene que empezar”.


"Si una persona es perseverante, aunque sea dura de entendimiento, se hará inteligente;
y aunque sea débil se transformará en fuerte".
Leonardo Da Vinci (1452-1519)

martes, 8 de noviembre de 2011

Noches alegres.............................

mañanas tristes, dice el refrán.
Cada vez soy mas consciente del ostracismo al que esta sometido la red de ventas y de que los editores nos consideran prescindibles o innecesarios en sus proyectos de futuro.
Estamos necesariamente abocados, si queremos subsistir, a una completa reforma estructural de nuestras lineas de negocio, buscando nuevos proveedores, productos e ingresos.
Lo que supondrá perder nuestra identidad tradicional y la esencia de nuestros negocios.
Por ello y como hasta ahora nadie, ni editores, ni distribuidores , ni políticos, nos han prestado la suficiente atención -en parte es culpa nuestra pues la industria sigue funcionando como si no pasara nada- propongo que el día 21 de Noviembre de 2011 nos retrasemos en abrir nuestros negocios ( por lo menos un par de horas) para demostrar que nuestro sacrificado esfuerzo y nuestro silencioso trabajo tienen que ser necesariamente valorado de una manera mucho mas justa.
Es vital revisar y reajustar las condiciones y los procedimientos existentes y eso solo podemos hacerlo si ponemos todo nuestro empeño en conseguirlo.
Meditadlo, convenceros y regalaros un par de horas de sueño.
El mundo no se parará, pero pueden mejorar mucho nuestras vidas con este simple gesto.