sábado, 2 de agosto de 2008

Valencia propone reuniones para cambiar el actual sistema de las devoluciones

De todos es sabido el histórico problema que ha generado —y genera— para el punto de venta el tema de las devoluciones de revistas y fondos editoriales que el quiosco tramita y gestiona. Ante la situación de crisis en la que nos encontramos, el actual sistema de devoluciones debe de cambiar sustancialmente a corto plazo, siendo una medida imprescindible para salvar la economía básica del quiosco.

Los editores y distribuidores aplican medidas en base a la búsqueda de la rentabilidad comercial de la edición y de la distribución. Nosotros debemos de hacer lo mismo. Lo que no podemos hacer es estar permanentemente trabajando en la devolución de revistas que llegan masivamente a los quioscos, que apenas están expuestas al público, y que son devueltas para que el cargo de la distribuidora no nos asfixie. Si los editores y distribuidores quieren que su producto esté expuesto en nuestros puntos de venta, el sistema actual tiene que cambiar radicalmente. Si no es así, el tiempo que estamos perdiendo cada día en devoluciones habría que emplearlo en nuevas concepciones comerciales y en la búsqueda y experimentación de otros productos más rentables. Por ahora, lo que debemos hacer todos es exigir a las distribuidoras que no nos manden aquellas revistas que no nos interesen y ése va a ser el caballo de batalla de la Asociación para que lo cumplan permanentemente sin que el punto de venta tenga que estar cada semana recordándoselo.


Hay que insistir que todo aquello que sabemos que va a llegarnos y que lo vamos a devolver, es absurdo que lo sigan mandando. Ya está bien de devoluciones, devoluciones y más devoluciones. En la sociedad actual y en la situación de crisis que padecemos esta pérdida de tiempo, de dedicación y de recursos es patética e impropia de una red de ventas y de distribución de productos del siglo XXI. Cuando otros sectores comerciales de la sociedad están aprovechando hasta el más mínimo resquicio de oportunidad para arañar rentabilidad y eficacia a la oferta y la demanda, la actividad de “devolucionador” en la que editores y distribuidores nos quieren encasillar, refleja una evidente falta de ideas y de iniciativas para modernizar, revolucionar y sacar a la red de ventas de la apatía y el anquilosamiento desmotivador a que nos tienen acostumbrados. La comodidad ante los resultados económicos que complacientemente obtienen los editores y distribuidores hacen que el punto de venta sea el patito feo de toda la cadena de ventas.

Por eso, muchos puntos de venta, ante la presión de los cargos y la evidente falta de ventas, han emprendido el sistema de devolver por sistema, valga la redundancia. Las distribuidoras piensan que antes de entrar en el punto de venta el producto a distribuir éste ya está vendido. En la situación de crisis actual este planteamiento es erróneo y asfixiante. Con ello, lo único que se produce es una pronta devolución por parte del vendedor para evitar cargos, lo que conlleva falta de exposición del producto y la posterior pérdida de ventas.

Si editores y distribuidores quieren que los productos estén ofertados al público tendrán que cambiar radicalmente el sistema de distribución que ofrecen al quiosco, dándole medios para motivar la venta sin asfixiarlos en la tesorería del negocio.

Los quiosqueros tenemos nuestros problemas y ofrecemos los cauces de diálogo adecuados para solucionar la pérdida de ventas actual. Somos un eslabón esencial en la cadena de ventas y por ello buscamos fórmulas que beneficien a todos, no solamente a los intereses editoriales sino a todo el sistema de ventas. Hora es ya de que nos pongamos las pilas, señores editores, para encontrar soluciones —que las hay— en vez de mirar permanentemente la cuenta de resultados propia dejando de lado una perspectiva más amplia que abarca a los eslabones finales de la cadena de ventas.

Nosotros, por nuestra parte, que buscamos la rentabilidad de nuestros pequeños comercios —al igual que editores y distribuidores buscan los suyos, insistimos— tendremos que adecuar los productos que vendemos a su rentabilidad. Si los números no te dan para mantener un determinado producto, no interesa ofertarlo. Tendremos que utilizar nuestro tiempo en la búsqueda de productos rentables, no en estar trabajando en devoluciones eternas de género recibido y no vendido.
En otros canales de ventas del resto de la actividad comercial de la sociedad, al último eslabón de ventas, el que está en contacto último con el comprador, con el cliente, no es que lo vean como a un enemigo, sino que lo llegan —permitan la expresión— a mimar, porque saben de la importancia que tiene ese último “escalón” para llegar, para convencer, para vender y para asegurar la distribución.
Por eso la Asociación va a proponer la creación de una mesa de trabajo para buscar entre todos —editores, distribuidores y quioscos— soluciones que palien el descenso de ventas que padecemos y que mejoren el sistema actual de gestión de la mercancía.
elkiosco.info[jueves 31 de julio de 2008]

1 comentario:

xeanpaul dijo...

Hola amigo kiosquero

En este tema soy bastante exceptico, por lo que intuyo, y no creo que vaya muy equivocado, a editores solo les interesa que lo que inviertan les sea lo mas rentable posible y para las distribuidoras el actual sistema es el ideal, es como disponer de un banco que te "preste" dinero a tu gusto y encima te pague suculentas comisiones.

Qué te voy a contar a ti que no sepas, una revista un periodico, cada entrega de una colección, o de una promocion, cuando el editor la distribuye por la via nuestra, ya tiene un estimado de lo que va a vender y no espera más, sin embargo cada nuevo suscriptor que hace es garantía de un aumento en sus ventas, para los editores somos invisibles, quizas simplemente algo tan lejano como "un punto de venta", no creo que se tomen muy a pecho nuestras reivindicaciones.

Y para las distribuidoras el cambio en el sistema de devoluciones va en contra de sus intereses, por muy inmoral que sea, no van a ceder.

Con este escenario el problema lo tenemos nosotros, o presionamos o nos comemos unos a los otros que es lo que estamos haciendo hasta hoy.

Un saludo, perdona el pesimismo, debe ser el calor extremo que hace en estos días