*El sector vendió más ejemplares en el 2007 pero sus ingresos se estancaron.
• En el primer cuatrimestre del 2008 capeó la crisis gracias a cuatro 'best-sellers'.
ERNEST ALÓSBARCELONA
El sector del libro capeó los compases incipientes de crisis económica durante el año 2007, según el informe anual que presentó ayer la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE). Y, aunque no haya datos firmes, siguió manteniendo el tipo durante el primer cuatrimestre del 2008 a pesar del frenazo de consumo de las familias. Pero a partir del mes de mayo ha empezado una fase de "cierto desfallecimiento" en las ventas, según el director ejecutivo de la FGEE, Antonio María Ávila.Durante los primeros cuatro meses del año, los éxitos de Ken Follett, Carlos Ruiz Zafón, J. K. Rowling y John Boyne mantuvieron una cierta alegría en el sector, sobre todo en los resultados de sus editoriales. El día de Sant Jordi y las ferias del libro de la primavera tuvieron buenas cifras de ventas. "Pero que los lectores compren más libros aprovechando el descuento es más un síntoma de crisis que de lo contrario", apuntó hace unos días el editor de Edhasa, Daniel Fernández.INFLEXIÓNEn mayo hubo una inflexión, apunta la FGEE, y aún no hay datos fiables del mes de junio ni se conoce el impacto de las ventas de libros de texto, que pueden beneficiarse de la reforma de planes de estudio. Algunos editores, en privado, admiten que en los próximos meses reducirán las tiradas, restringirán el número de novedades en otoño y se plantean recortes de gastos. Pero creen que las familias recortarán su consumo en ocio sobre todo en bienes más caros que el libro, como la electrónica o los viajes.Acogiéndose a los resultados del año 2007, sin embargo, Ávila concluyó que la crisis "no ha afectado" a la industria editorial. Durante el año pasado se produjo un extraño fenómeno. Se vendieron más libros (un 9,9% más) pero más baratos, ya que, en cambio, los ingresos de los editores aumentaron solo un 3,6%, por debajo del IPC. O sea, las cifras de lectura (o al menos de compra) son, en palabras de Ávila, "magníficas", pero en parte este sector fue uno de los pocos que moderó sus precios: de 13,20 euros de media por libro a 12,45.En el sector se produjeron también otros movimientos de fondo: ceden terreno las librerías independientes, que vendieron un 1,1% menos aunque siguen pesando el doble que las cadenas, que sin embargo crecieron un 4,5%.
El sector del libro capeó los compases incipientes de crisis económica durante el año 2007, según el informe anual que presentó ayer la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE). Y, aunque no haya datos firmes, siguió manteniendo el tipo durante el primer cuatrimestre del 2008 a pesar del frenazo de consumo de las familias. Pero a partir del mes de mayo ha empezado una fase de "cierto desfallecimiento" en las ventas, según el director ejecutivo de la FGEE, Antonio María Ávila.Durante los primeros cuatro meses del año, los éxitos de Ken Follett, Carlos Ruiz Zafón, J. K. Rowling y John Boyne mantuvieron una cierta alegría en el sector, sobre todo en los resultados de sus editoriales. El día de Sant Jordi y las ferias del libro de la primavera tuvieron buenas cifras de ventas. "Pero que los lectores compren más libros aprovechando el descuento es más un síntoma de crisis que de lo contrario", apuntó hace unos días el editor de Edhasa, Daniel Fernández.INFLEXIÓNEn mayo hubo una inflexión, apunta la FGEE, y aún no hay datos fiables del mes de junio ni se conoce el impacto de las ventas de libros de texto, que pueden beneficiarse de la reforma de planes de estudio. Algunos editores, en privado, admiten que en los próximos meses reducirán las tiradas, restringirán el número de novedades en otoño y se plantean recortes de gastos. Pero creen que las familias recortarán su consumo en ocio sobre todo en bienes más caros que el libro, como la electrónica o los viajes.Acogiéndose a los resultados del año 2007, sin embargo, Ávila concluyó que la crisis "no ha afectado" a la industria editorial. Durante el año pasado se produjo un extraño fenómeno. Se vendieron más libros (un 9,9% más) pero más baratos, ya que, en cambio, los ingresos de los editores aumentaron solo un 3,6%, por debajo del IPC. O sea, las cifras de lectura (o al menos de compra) son, en palabras de Ávila, "magníficas", pero en parte este sector fue uno de los pocos que moderó sus precios: de 13,20 euros de media por libro a 12,45.En el sector se produjeron también otros movimientos de fondo: ceden terreno las librerías independientes, que vendieron un 1,1% menos aunque siguen pesando el doble que las cadenas, que sin embargo crecieron un 4,5%.
La venta en hípers y clubs del libro apenas varía y los kioscos, en cambio, aumentaron las ventas un 59%. "No se trata solo de los fascículos. Los 27.500 kioscos sirven para llegar a todas partes, y aumentan en ellos la venta de libros de bolsillo y best-sellers", apuntó el director de la FGEE.
P.D. Esta es nuestra mayor fortaleza y ,desde mi punto de vista, nuestro pilar existencial.
Nuestra posición en el mercado y "que llegamos a todas partes". Pensad en ello.
Un saludo.
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